jueves, 22 de noviembre de 2007

22 de noviembre

Bueno, ya somos un poco más de la familia. Se nota que nos apetece cada vez más leernos y escucharnos. Hoy ha sido un día de ésos. Hemos aprendido mucho los unos de los otros, con esto de las comas y los puntos, y las expresiones que no debemos descuidar. No os olvidéis de que tenemos que empezar a escribir relatos completos. Primero con muy poquitas palabras: 50 u 80. Eso sí, seleccionaditas para que digan lo que nosotros queremos decir. Un ratito más tarde tendremos que pulir algunas cosillas sobre la puntuación y sobre las conjunciones. Ay, el maravilloso mundo de las transiciones entre frases. Y, en medio de todo, escribid para los demás y para el futuro. Recordadlo.
En fin, los deberes para el próximo día serán un relato breve sobre "La galería de arte". Podéis imaginar que sois visitantes, o personajes de los cuadros o las estatuas que están hartas de tomar siempre la misma posición. A lo mejor sois una escultura moderna, de éstas que parecen sacadas de una chatarrería. Pensad mucho y escribid poquito y bien.
Os espero.

lunes, 22 de octubre de 2007

Comenzamos

Era una tibia tarde de 18 de octubre cuando nos reunimos por primera vez. Supongo que todos albergábamos dudas sobre lo que nos encontraríamos. ¿Quién será ésta que dirige el taller? Igual es un rollo. Sí, sí, seguro que alguno de vosotros lo pensó.
En fin, para mí también era todo nuevo, como cada inicio de curso.
Poco a poco nos fuimos presentando, todos con extremada humildad. Los hechos y vuestras ideas, lo que dijisteis y lo que leísteis me fueron confirmando que tenéis madera de escritores y de buenos lectores.
Eso sí, ahí estaré yo para daros ánimos pero también para espolear vuestra creatividad.
Trabajamos dos ideas:
"He descubierto que tengo cabeza y quiero aprender a leer"
Os lucisteis por primera vez en la clase. Me cuesta acordarme de todas las ideas brillantes, pero había de todo. Una vida es sueño mezclada con la caverna de Platón, unos nenes jugando al fútbol con sus cabezas, sin saber que podían hacer muchas más cosas. Un niño que creía que sabía leer pero que al leer a Walt Whitman descubrió que debía empezar de nuevo... En fin, perdonadme si no los nombro todos.
"La mosca soñadora"
Costó un poco más y todos me asesinasteis a la pobre mosquita. Menos algunos que la metieron en una residencia de ancianos. Ay, qué poca caridad. Pero las moscas han de darnos mucho mucho de sí. Incluso tuvimos una mantis religiosa. Bueno, más que religiosa, piadosísima, que un día de éstos nos tomará los hábitos y todo.
Éste es vuestro espacio, aquí, si me dais permiso, colgaré vuestros escritos o ideas de cada sesión y haré un resumen de vuestras aportaciones, por si os vais a las Maldivas de vacaciones y aún queréis estar al día.
Os saludaré de cuando en cuando desde aquí. No me olvido de vosotros.
Sabéis que tenemos entre manos Diario de un rencoroso.
Podéis mandar vuestras colaboraciones a oceanodeletras@yahoo.es